Vinieron los bomberos, todo el mundo mirando desde las ventanas, en la calle, bueno ni que hubiera venido el gitano con la cabra y la escalera. Como siempre, yo me entero de las cosas a última hora.
Lo mejor, ha pasado esta mañana, me he despertado, he abierto la persiana, y antes de abrir, algo me ha llamado la atención. Eran dos o tres Abejas que estaban acoraetas delante de mis morros. He decidido, con lo valiente que soy yo, no abrir la ventana, porque con la buena suerte que tengo, seguro que me pican, por no ponerles algo de comer...
Aunque siempre he oido la versión en Castellano de España, en Japonés tampoco está nada mal.
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